Capítulo 7
Cuerdas sinfónicas
Tenía miedo. Tal vez si no podía golpearlo me reprobaría o me podría dar un golpe de vuelta. El tutor sacó de un bolsillo de su armadura unos extraños dedales de plata y se los puso de modo que sus dedos estaban protegidos totalmente.
- Un swordsinger debe saber qué efecto tienen sus canciones en los otros, por lo que vamos a empezar testeando las sinfonías. Tu meta es golpearme, pase lo que pase ¿Lista?
- Ehm…lista.- Asentí con las manos temblorosas. Nube se concentró y las cuerdas aparecieron alrededor de él, pero esta vez no sonaban de manera armoniosa. El sonido era áspero y molesto y sentía que me ahogaba. Repentinamente, él tomó las cuerdas con las manos y las juntó al centro, apretándolas. Empecé a sentir que mi garganta se cerraba y mi vista se nublaba.
- Minfe, si te sientes demasiado mal, dímelo y dejamos un break.- Dijo mientras movías las cuerdas hacia varios lados. No quería el break. Junté energías y empecé a correr débilmente hacia él, tenía que golpearle…pero me costaba respirar.
- B…bre….break, por favor.- Respondí agitada. Las cuerdas desaparecieron y caí sentada mientras me sobaba el cuello. -¿Qué fue eso?- pregunté molesta.
- Eso es una sinfonía sicótica.- Explicó Nube yendo donde estaba su bolso y sacando una botella con un líquido rojo.- Más adelante las aprenderás. Consiste en debilitar a tu oponente bajando su habilidad en ataque, defensa y velocidad. Por eso te estabas ahogando.- Sonrió pasándome la botella.- Bébelo, es jugo de fresas.-
No podía creer que los swordsinger tuviesen técnicas así. Abrí la botella y el gusto del jugo me revitalizó de inmediato. Pero pensándolo bien, mientras ejecutaba la sinfonía, el tutor no se había movido, salvo sus brazos para mover las cuerdas. Pensándolo bien, esa técnica tenía una gran desventaja.
- Ya, empecemos de nuevo.- Dije poniéndome en pié y tomando posición de guardia. Esta vez tenía que golpearlo. Las cuerdas aparecieron y la sensación de ahogo también, pero ahora sabía que mientras tocase esa sinfonía no podría moverse. Esperé a que se diera un punto débil, pero no podía dejar pasar mucho tiempo, la sinfonía empezaba a causar estragos en mi estado físico. Fue entonces cuando lo vi, al mover las cuerdas, una buena parte de su torso quedó descubierto. Hice corazón de tripas y corrí lo más rápido que pude para lograr el golpe, pero a poco de llegar a mi objetivo, la sinfonía cambió y las cuerdas empezaron a pasar cerca de mí, provocando cortes en mis brazos y piernas, las cuáles aún seguían debilitadas por las heridas.
- ¿Y eso?- Pregunté una vez retrocedí.
- La segunda sinfonía, la de espadas.- Sonrió mientras volvía a tocar la canción sicótica. Los cortes ardían, pero si quería pasar rápido esta etapa, tenía que llegar a ese golpe rápido. Esperé a que se diera un punto débil para atacar, pero cada vez que me acercaba cambiaba la sinfonía y me veía obligada a retroceder. Poco a poco empezaba a oscurecer y los cortes estaban empezando a pasarme la cuenta. Ya era mucho por hoy. Me senté rendida sobando mis brazos adoloridos. Quedamos en seguir entrenando al día siguiente.
Al salir, una gran luna redonda adornaba una bella ciudad perlada que flotaba en medio del mar. Cada cierto tramo, faroles de plata iluminaban las calles y en las esquinas siempre había algún café o algún lado donde personas de todas las razas se reunían. No muy lejos de la plaza se hallaba la posada que el sacerdote del templo de Eva me había recomendado. Pagué el precio correspondiente a una noche (80.000 adenas) y me dirigí a mi pieza. De abajo se escuchaban alegres sonidos (la posada tenía taberna), pero estaba demasiado cansada como para bajar. Me quité a duras penas la armadura y me puse la camisa de dormir. A los pocos segundos ya estaba todo en negro.
Tuve un sueño muy agradable. Estaba en un campo lleno de flores que parecían plumas, el lugar era cálido y al frente había un lago y al fondo un bello castillo blanco. Alrededor mío estaban las cuerdas del swordsinger vibrando suavemente con el viento. Era todo muy tranquilo, hasta que alcé mi mano para tomar una cuerda, pero en vez de sentir la fineza, me topé con algo más grande, como un muro, pero era suave y cálido, me pareció algo muy extraño y me acerqué. Fue entonces cuando todo se puso negro de nuevo y desperté en la habitación de la posada. Miré mis manos preguntándome que pasó, luego las apoyé en mi cama, pero al lado derecho habia algo cálido y sólido, sin querer mirar me moví un poco y noté los rasgos de un…
- ¿¡QUE HACE DARKLIGHT EN MI CAMA!?- Grité con pánico, sólo veía su torso descnudo y su rostro pacíficamente dormido. Tal vez me había levantado dormida y le abrí la puerta, o él se metió a la habitación por la ventana, pero no estaba abierta. Y si…
Levanté la ropa de cama, no podía ser que se hubiese aprovechado de mí mientras dormía, yo pensaba darle ese tesoro a la persona que eligiera compartir mi vida.
Aún llevaba la parte inferior de la armadura puesta, por lo que inferí que nada había pasado; sin embargo no podía perdonar el hecho que se hubiese metido a mi pieza sin mi permiso conciente. Por lo que hice lo primero que se me vino a la cabeza. Alcé mi mano y…
- ¡Auch, Qué fue eso!- Exclamó el elfo oscuro frotando su mejilla. De inmediato se sentó, y me miró como un niño que estaba siendo castigado por algo que no hizo, cosa que logró hacerme sentir incómoda.
- Explícame qué demonios hacías en mi cama.- Pregunté indignada. Él, muy relajado, puso ambas manos en su nuca y respondió.
- Scott me envió para que empezara a acostumbrarme a la idea de trabajo en pareja contigo.-
- ¿Trabajo en qué?- Exclamé soprendida. Nunca imaginé que mi jefe estuviese tan loco como para tratar de emparejarme por trabajo.
- No lo pienses mal, se supone que serás swordsinger, por lo que tenemos que empezar a acostumbrarnos al trabajo de pareja.- Dijo mirando hacia la ventana como si nada. Sin quererlo, detuve mi vista en su torso por un rato. Tenía un par de cicatrices y los músculos muy bien formados, a pesar de que era delgado -¿Minfe?¿Huh?¿Tengo algo en mi abdomen?- Preguntó al darse cuenta que estaba observándolo. De inmediato desvié la vista hacia la ventana y noté que ya era cerca del mediodía. Si quería llegar a tiempo a las lecciones de hoy, tenía que vestirme rápido, pero con él en la habitación…
- Voltéate.- Ordené mientras recogía mi armadura y la ponía sobre la cama.- Serán cinco minutos, si quieres quédate en la habitación, porque yo tengo que ir a mis lecciones.-
Lyon se encogió de hombros y se volteó. Usando una antigua técnica de mi época de estudiante a guerrero, cuando tenía cinco minutos para llegar al lugar; me saqué rápidamente la camisola y la reemplacé por mi ropa interior y armadura. Tomé mi bolsó y corrí hacia la puerta.
- Listo, si me necesitas, pasaré todo el día en el templo de Eva. Adios.- Terminé cerrando y corriendo escaleras abajo. Compré un pan en una tienda cerca del templo y mientras comía recordaba lo que tenía que hacer hoy. Tal vez si hoy me esforzaba, podría golpear a Nube y pasar esa prueba.
- Hola Minfe, llegas justo a la hora.- Saludó el elfo claro mientras entraba a la sala, dejando mi bolso a un lado.- Deja que termine mi desayuno y empezaremos.- Agregó levantando un pan.
- Maestro Nube, anoche me puse a pensar, y llegué a la conclusión de que tal vez para lograr llegar a usted debo generar mis cuerdas.- Dije mientras me sentaba frente a él.
- Vaya, sí que eres rápida, a mí me tomó tres días entenderlo.- Afirmó dejando una botella de jugo a un lado.- Exactamente, este entrenamiento es para que materialices tus cuerdas. Pero sólo será hasta hoy, porque en la noche tengo que volver a Adén.-
- ¿A Adén? ¿Pasó algo?- Pregunté curiosa.
- Mañana empiezan los asedios al castillo.- Explicó.- En eso me voy a demorar más o menos una semana, así que si logras generar al menos una cuerda hoy, tendrás tiempo como para trabajar con el resto y poder hacer la prueba final apenas vuelva. Bien, empecemos.- Finalizó poniéndose en pie.
Rápidamente pasaban las horas y mis intentos por lograr aparecer una cuerda y un golpe certero. Después de algunos cortes, empecé a creer que no podría generar la primera cuerda.
- ¡Qué pasa Minfe!- Gritó Nube después de que caí por un corte en el rostro.- ¡Generar una cuerda debería serte tan sencillo como imaginar una melodía!-
Fue entonces cuando lo entendí. Por eso lo primero que había hecho había sido mostrarme una canción. Lo único que detiene las cuerdas de un swordsinger, son las cuerdas de otro.
Si tenía que crear una melodía en mi mente, tal vez tenía que ser diferente a la que había cantado la primera vez. Cerré mis ojos, y empecé a imaginar una melodía suave, que relajase. En ese momento, en mi mente empezaron a vibrar cuerdas imaginarias. Fue entonces cuando realmente empecé a sentir las vibraciones, y al abrir los ojos, frente a mí se hallaba una débil cuerda de plata que apenas temblaba. Era hora de probar la teoría de la cuerda contra cuerda. Respiré profundamente – ya casi había olvidado el terrible efecto de la sinfonía – y me lancé sin perder en mi cabeza la música. El sonido fue aterrador, el choque de las cuerdas generó un chillido que llegaba hasta los huesos, por lo que me ví obligada a retroceder.
- Bien, al fin lograste generar una cuerda.- Sonrió Nube secándose el sudor de la frente con el dorso de la mano.- Entonces creo que eso sería todo por hoy. Dentro de una semana, debes tener todas tus cuerdas fuertes y trabajando. Yo traeré tu examen, si lo pasas, tendrás tu certificado de swordsinger, si no, tendrás que empezar todo de nuevo después de 2 meses de descanso. ¿Alguna duda?-
- Eh…no, no, maestro.- Afirmé jadeante. La cuerda se había desvanecido.
- Entonces…en una semana a partir de hoy, a mediodía, en este mismo salón.- Dijo tomando su espada que reposaba en un muro.- Ahora date prisa, tu novio lleva cuatro horas esperándote allí afuera, y si no te has dado cuenta, llevamos más de 10 aquí dentro.-
- ¿Novio? Pero yo no… ugh…este tipo vino por mí.-
Me despedí de Nube y salí del templo. Tal como él lo había dicho, en las afueras del templo, Darklight me esperaba mientras fumaba de su infaltable pipa.
- ¿Por qué no entraste?- Pregunté de pié al lado de él.
- No soy un adorador de Eva como tu. Por eso preferí el aire fresco de aquí afuera- Afirmó desviando la vista hacia un lado.
- Mi tutor creyó que eras mi novio.-
- No es mala idea.-
- ¡Lyon!-
- Ya, ya, vamos a comer algo, no has probado bocado desde que empezaste a entrenar.- Finalizó tomándome de los hombros y llevándome a través de las calles.
- Así que esa es tu aprendiz, Nube.-
- Sí, Temptress, por favor, ¿podrías ayudarme con su examen la próxima semana?- Sonrió el elfo acomodando su espada.
- Será un placer torturarla.- Dijo ella mirando a través del vitral.- Hace mucho tiempo que no me divertía con algo así.- Sonrió.
Etiquetas: Historia
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SCOTTxRT :Estas escribiendo mucho mejor, me dan ganas de escribir a mi tambien XD. Pero yo me tiro los medios discursos en un post nomas,, yo casho ke si escribo algo me mando un libro altiro T_T.
Unknown dijo...
23 de abril de 2008, 2:59
escribe ql xD
Minfe dijo...
23 de abril de 2008, 18:42
increible... no puedo leer mas ahora, pero el capitulo siete es demasiado bueno. Vivido, muy claro y dinamico.
Felicitaciones de otro humilde rolero, aunque definitivamente no con las habilidades que despliegas.
Saludos
Daniel
WinGeD
WinGeD dijo...
25 de abril de 2008, 10:09